Hay gente desprendida que recibe más de lo que da...
y gente tacaña que acaba en la pobreza.
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El que es generoso, prospera;
el que da, también recibe.
Es una verdadera lástima comprobar como despertar el odio y el resentimiento parece funcionar en nuestra sociedad. No se da nada. Por contra se quita la verdadera Libertad en aras de asuntos necios y aborrecibles que, indefectible e inevitablemente, llevan a la confrontación.
Defender lo que no tiene defensa, apoyar lo que destruye el cimiento espiritual sobre el que debería erigirse el monumento de la Convivencia... Eso, eso es degradarse a sí mismos y a todo cuanto les rodea.
Un hombre puede llevar a sus espaldas toda una vida de ejemplaridad y rectitud. Sin embargo ello no le exime de la responsabilidad de sus actos presentes y futuros si éstos son esencialmente malos.
Los actos han de acarrear sus correspondientes consecuencias. Lo demás son entelequias.
Paz y Bien.
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