Huid de todos aquellos que, con grandes fuegos de artificio y mayores palabrerías, os quieren hacer creer que todos sus actos obedecen a una misión de carácter mesiánico, la cual les faculta para poderos engañar a placer... mientras os conducen como borregos a un matadero social inmenso.
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A todos aquellos que os dejais seducir por las palabras vacías -repletas de insensatez y falta de cordura-; a todos aquellos que quereis creer a esos mesías que os aseguran que, vaciando vuestras arcas, vuestros bolsillos y vuestras almas, cada vez tendreis más y más llena de seguridad vuestras vidas; a todos aquellos, en fin, que entrais engañados en el juego de la promesa inconcreta, de la fecha sin definir, de la solución inexistente, de los compromisos incumplidos, de la muerte con seguridad profiláctica y jurídica... a todos os digo que la Verdad se muestra de un solo y terrible modo: en forma de Tiempo.
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Jugar con las palabras y trastocar sus significados para restarles lo que realmente pretenden -pero ocultan-, ya se ha intentado a lo largo de la Historia. Pero siempre pierden, siempre se les descubre... aunque a veces suceda del peor modo posible: sobre la tierra yerma de una espiritualidad pisoteada, sobre generaciones de incapaces para la vida, de seres humanos indocumentados e insuficientemente preparados para afrontar la más mínima tormenta en sus horizontes... Cuando ellos se marchan, solamente quedan las ruinas de sus estátuas cagadas por las palomas y los trazos de las grandes avenidas dedicadas a su estupidez.
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Miente, que algo queda...
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