Tuve un sueño revelador, un sueño de Renacimiento, en el que un guía espiritual se presentó como Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión, la encarnación de la humildad y del desprendimiento, de la generosidad y de la entrega.
En sus palabras quedó la impronta de toda una filosofía: "
Nada Importa".
"Todo es fútil en cuanto que se halle envuelto de Deseo y Apego. Sabrás cuál es el Nombre de la Verdad al rayar el mediodía de mi horizonte. De vuestro horizonte.
Despojad vuestro cuerpo de la ropa que no cubre nada, sino verdades que habrían de aflorar."
Y salí del lugar, hecha jirones mi vestimenta, desnudo de mentiras, pleno de Amor y Certeza, entrando en el abrazo de la Lluvia purificadora. Bañado de Conocimiento. Renacido a la Luz.
Y me sentí feliz en tanto que mis dudas ya no se hallaban en mí, sino que eran llevadas por un torrente bajo mis pies.
Renacido.
Nada importa.
