Sí, un silencio aterrador se produce en lágrimas desde los Ojos de la Paz, siempre herida, siempre acorralada...
Sois únicos, todos vosotros, cada uno de cuantos caminan por la Vida. No podemos perder ni a uno solo de nosotros, por nada, por nadie... La singularidad crea el abrazo con la colectividad, pues sin ella ni la luz acudiría a nuestra ventana.
No prestéis atención a las promesas de encandilados vendedores de ilusiones. La Verdad solamente conoce y tiene un camino. Todo lo demás es abono para la Mentira.
No se puede hablar de Paz y de Buenas Intenciones cuando sigues fabricando armas y más armas, cuando destinas míles de minas que arrancan pedazos de vida a seres humanos...
No hay Estado de Bienestar cuando en tus calles mora al menos un desarrapado, o un hambriento, o un desesperado...
Lo demás... son patrañas e ilusionismo.
¡Abrid los ojos! ¡Despertad! En vuestro corazón anida la Razón...
Dedicado a mi amigo Jesús Hernández, faro de Luz en la Oscuridad del día de hoy...
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